"Iniciaba el año de 1994 en la Selva Lacandona cuando de pronto un niño-gato se enteró que había estallado la guerra, la guerra contra la injusticia, el hambre, las enfermedades, la antidemocracia, deciánle por un lado; la guerra contra un "grupo terrorista", contra los "transgresores de la ley", contra "profesionales de la violencia" le decían por el otro.
Era tanta su confusión que decidió saltar al sol, para que él le ayudara a entender. Cuando el Dios Sol escuchó su preocupación, en silencio y mirándolo tiernamente se convirtió en dos.
Dos soles diferentes, dos amaneceres, dos ideas.
La confusión creció aún más. Hasta que de pronto le habló unavoz que venía de lejos y que le dijo:
"No te preocupes que de ahora en adelante, de este sol bueno y de este sol malo, está escurriendo un néctar de sol. Descansa y da gracias a los hombres de la Selva".